¿Cómo se diagnostica el Alzhéimer?


Ante problemas de memoria o desorientación que hacen temer lo peor, una pregunta habitual es cómo se diagnostica el Alzheimer. El proceso diagnóstico del Alzheimer puede incluir pruebas neuropsicológicas, analíticas de sangre, punción lumbar o escáneres cerebrales.

cómo se diagnostica el Alzheimer

El diagnóstico del Alzheimer está lejos de resultar fácil. De hecho, aún existe la creencia de que no es posible hasta después de que la persona fallece. Y aunque hay razones que avalan esa creencia—un diagnóstico definitivo solo se puede dar después de un examen del cerebro de la persona fallecida— el diagnóstico de enfermedad de Alzhéimer probable que se da en la actualidad tiene un 90% de exactitud.

El proceso diagnóstico del Alzheimer comienza habitualmente cuando el enfermo, o más comúnmente un familiar, detecta cambios en la memoria y el comportamiento de la persona.

La familia y amigos tienen mucha importancia en la identificación de los primeros indicios, debido a que muchas veces el enfermo pierde consciencia de los problemas de memoria.

Una investigación reciente sugiere que esa pérdida de consciencia se da hasta 2.6 años antes del diagnóstico. Los síntomas de la enfermedad de Alzhéimer pueden incluir:

  • Deterioro de la memoria, por ejemplo, dificultad para recordar eventos recientes.
  • Dificultades para planificar o resolver problemas.
  • Problemas para la realización de las tareas diarias.
  • Confusión sobre la fecha o el lugar en el que se está.
  • Perderse en lugares familiares.
  • Problemas para encontrar la palabra adecuada o para denominar objetos.
  • Cambios en el estado de ánimo, como depresión.

Ante esta situación las personas habitualmente deciden ir a ver al médico de atención primaria.


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Cómo se diagnostica el Alzheimer: primeros pasos.

Ante la presencia de síntomas de deterioro de la memoria y el pensamiento, el médico hará exámenes para valorar qué puede estar causando la sintomatología. Otras condiciones médicas como la depresión, problemas de tiroides o falta de algunas vitaminas pueden manifestarse de forma semejante a la demencia provocada por Alzheimer.

Además de analíticas de sangre, el médico realizará lo que se denomina test de cribado o screening, pruebas que se aplican de forma oral o escrita y están destinadas a la evaluación breve de las funciones cognitivas en pacientes que presentan síntomas de riesgo de desarrollar demencia.

El test más usado en la actualidad se conoce por las siglas de su denominación en inglés: MMSE. Esta primera evaluación no persigue más que eso, valorar de forma general el deterioro cognitivo de la persona. En sí mismo no constituye un medio para el diagnóstico del Alzhéimer.

Es de fácil aplicación, en un tiempo aproximado de 10 minutos. El inconveniente es su poca sensibilidad para detectar los casos en que el deterioro mental está en fases iniciales.

La prueba evalúa variables como la orientación en el tiempo y el espacio preguntando a la persona dónde se encuentra y en qué fecha estamos; la memoria inmediata y a largo plazo diciéndole al paciente tres palabras que debe repetir y posteriormente recordar,  entre otras preguntas. Aquí os mostramos una imagen con un fragmento del test:

Cómo se diagnostica el Alzhéimer
Fragmento de uno de los test más populares para detectar deterioro del funcionamiento mental. Imagen obtenida de: www.neuropsicol.org/

Además de lo anterior, el médico también puede preguntar sobre el funcionamiento en la vida diaria de la persona y otros detalles de interés para la evaluación clínica. El familiar también será interrogado sobre los problemas que ha ido identificando en la persona.

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En muchos sistemas de salud, el propio médico de atención primaria puede dar el diagnóstico de demencia debido a enfermedad de Alzheimer probable cuando ya los síntomas son muy avanzados.

No es la opción ideal, pero es una realidad que sucede todos los días. Hay que notar que empleamos el término demencia, no enfermedad de Alzheimer, y es que lo más habitual es que las personas que llegan a consulta lo hagan con una sintomatología tan avanzada que ya constituye un caso de demencia.

Recordemos que el alzhéimer es una enfermedad que causa de demencia, pero en su primera fase todavía los afectados por la enfermedad conservan habilidades que le permiten llevar una vida con cierta autonomía, por lo tanto no podríamos decir que tienen demencia. La demencia viene cuando el deterioro mental impide realizar actividades cotidianas.

Después de este paso por el médico de atención primaria, la persona suele ser derivada a otros especialistas como un neurólogo o psiquiatra.

Diagnóstico del Alzheimer, pruebas más precisas.

diagnóstico del Alzheimer

Los especialistas harán entonces pruebas mucho más exhaustivas, en especial en los casos donde hay dudas sobre el diagnóstico.

Si antes hablábamos de pruebas de screening que de forma rápida buscaban detectar alteraciones cognitivas, ahora los profesionales aplicarán complejas baterías de evaluación neuropsicológica y del funcionamiento en la vida cotidiana que pueden llevar varios días.

Se valora profundamente cada una de las funciones cognitivas como el lenguaje, la memoria, las funciones ejecutivas y la atención, además del nivel funcional de la persona: si es capaz de realizar las actividades cotidianas como bañarse, cocinar, realizar trámites fuera de casa, etc.

También se realizarán entrevistas a los familiares más cercanos o el cuidador principal.

Además se realizan pruebas de neuroimagen (escáneres cerebrales) como la resonancia magnética y la tomografía axial computarizada (TAC) que aportan información sobre la estructura del cerebro, sobre la presencia o no de  infartos o tumores y el volumen del cerebro.

Para analizar el funcionamiento cerebral se usa la Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) o la Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Simple.  Con el TEP, por ejemplo, se analiza la actividad del cerebro consumiendo glucosa o la acumulación de proteínas tóxicas que están en el origen de la enfermedad de Alzheimer.

El TEP es una prueba muy cara e incluso en los sistemas de salud público su uso suele estar muy restringido. No es habitual que cuando los síntomas de Alzheimer son muy evidentes se realice esta prueba.

El especialista puede orientar además la realización de una punción lumbar para determinar los niveles de la sustancia beta amiloide y de la proteína Tau, ambos marcadores biológicos de la enfermedad.

Si existen sospechas de un componente hereditario predominante en el origen de la enfermedad, como en los casos de inicio antes de los 60 años o en familias con un historial de la enfermedad también de inicio temprano, los estudios genéticos también pueden valorarse.

Este último escenario es extremadamente inusual.

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Durante la pasada Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de EE. UU, investigadores de la prestigiosa Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins presentaron un estudio sobre el diagnósttico de Alzheimer.

En él concluían que la aplicación de seis pruebas diagnósticas permitían  predecir con un alto grado de precisión qué personas cognitivamente normales desarrollarán la enfermedad, 5 años antes de que los síntomas sean evidentes.

Las pruebas incluían dos test cognitivos, la medición de dos sustancias en el líquido cefalorraquídeo mediante punción lumbar y dos resonancias magnéticas. Hasta el momento esta amplia variedad de instrumentos diagnósticos solo se aplica en ensayos clínicos.

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Dependiendo del acceso a los recursos sanitarios que tenga la persona, así de amplio será el espectro de instrumentos diagnósticos. En muchas ocasiones la persona nunca recibe un diagnóstico o atención adecuada. Ante cualquier signo de alarma no dude en acudir al médico.

 

 

 

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