Esclerosis múltiple alimentación y dieta.


La polémica rodea al tema esclerosis múltiple alimentación y dieta. Con defensores de dietas específicas y otros que claman por un estilo de vida saludable, igual que el recomendado a la población general. Algunos nutrientes parecen tener un rol especial en la enfermedad.

esclerosis múltiple alimentación

¿Qué si existe una dieta EM? Probada, al menos, no. Habrá muchos que te digan que sí, o más bien que te vendan una, pero una dieta estrictamente diseñada y contrastada, capaz de influir sobre los síntomas o el curso de la enfermedad sigue siendo un tema a debate.
En la esclerosis múltiple alimentación y dieta son temas que pueden pasarse por alto, pero en realidad merecerían un poco más de atención. Somos en buena parte lo que comemos y, aunque todavía no se haya llegado a ningún consenso, perfectamente pueden existir nutrientes que influyan en el origen y en la sintomatología de la esclerosis múltiple.

De manera general a las personas con EM se les ofrece las mismas recomendaciones que a la población en general: dieta variada, rica en frutas y verduras crudas, en legumbres secas y baja en grasas saturadas. Pero hay algunos factores de la nutrición en la esclerosis múltiple que parecen tener sus particularidades. En nuestro artículo hablaremos de ellos, pero antes comenzaremos por las recomendaciones generales sobre la alimentación en la EM y terminaremos hablando de esas famosas “dietas EM”.

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Esclerosis múltiple alimentación y dieta: recomendaciones generales.

Ya decíamos que estas recomendaciones no varían mucho de esas que se dan a la población general. Entre las más destacadas en relación a la esclerosis múltiple alimentación y dieta:

  • Evitar los productos ricos en grasas saturadas, como mantequilla, quesos o carnes con mucha grasa. Reducir la ingesta de grasas saturadas es una recomendación que cuenta con mucho consenso y es la base de una famosa dieta que te comentaremos después.
  • Come pescado de forma regular, en especial salmón.
  • La proteína obtenla de fuentes animales y vegetales. La proteína animal es preferible que sea de carnes blancas, como el pollo. Alimentos ricos en proteína vegetal son las lentejas y los garbanzos, por ejemplo.
  • El estreñimiento puede ser un problema importante entre las personas con EM, una dieta para la esclerosis múltiple rica en fibra es una recomendación frecuente. Como muchos alimentos ricos en fibra contienen gluten, una preocupación habitual es si esto puede afectar la enfermedad. Por el momento no se ha demostrado que el gluten tenga alguna influencia sobre la EM.
  • Evitar alimentos procesados ricos en azúcares ¿Esos envases guapos, muy coloridos, que ves en el súper? ¡huye!
  • Come cincos porciones variadas de fruta al día. Una buena diversidad de colores es un indicador fácil de seguir que te dirá que la diversidad es la adecuada.

Esclerosis múltiple alimentación y dieta: nutrientes a tener en cuenta.

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Si bien no existe un consenso sobre la influencia de determinados nutrientes en la EM, sí se han realizado investigaciones que apuntan a que existen beneficios derivados de la suplementación con alguno de los siguientes:

Vitamina D: los niveles bajos de vitamina D se han asociado a un mayor riesgo de esclerosis múltiple. De hecho, la incidencia de EM es mayor en los países con menos horas de sol al año. Una de las causas que se maneja para esto último, es precisamente la prevalencia de bajos niveles de vitamina D entre la población.

Un pequeño ensayo clínico del año 2016 publicado en la revista Neurology encontró que altas dosis de vitamina D podía regular de forma favorable la actividad del sistema inmunitario en la esclerosis múltiple. El ensayo incluyó a 40 personas con EM recurrente-remitente divididas al azar en dos grupos: uno recibió suplementos de vitamina D que satisfacían las recomendaciones de ingesta diaria mientras el otro grupo recibió dosis muchos más elevadas. Fue en este último donde más se notaron las mejorías. Al ser un ensayo muy pequeño estos resultados no se pueden generalizar. En la actualidad hay otras investigaciones que siguen buscando respuestas más definitivas.

En la práctica clínica los médicos generalmente adoptan dos posturas: o bien ignoran el tema, no mencionan lo de la vitamina D en la esclerosis múltiple si no lo preguntas, o bien recomiendan mantener unos niveles adecuados de esta vitamina, que igualmente es esencial para nuestra salud. También recordar que la vitamina D es un factor importante para la osteoporosis, una condición común entre la población con EM.

Omega 3 y Omega 6: ácidos grasos poliinsaturados que no produce de forma natural nuestro organismo y que, sin embargo, forman parte estructuralmente del sistema nervioso, incluyendo las vainas de mielina, esas que se ven dañadas por la esclerosis múltiple. Los estudios que se han realizado hasta el momento, a pesar de las muchas expectativas generadas, son contradictorios y no han establecido que los suplementos con estos ácidos grasos mejoren la sintomatología o influyan de alguna manera en el curso de la enfermedad.

Sin embargo, mantener unos niveles adecuados y equilibrados de ambos ácidos grasos es una recomendación general para cualquier persona interesada en su salud.

Biotina: una forma de vitamina B. Interviene en procesos metabólicos, ayudando a descomponer grasas, carbohidratos, etc. La farmacéutica MedDay lleva años estudiando el efecto de MD1003, un compuesto de biotina patentado por ellos, en pacientes con esclerosis múltiple de los tipos primaria y secundaria progresiva. Los resultados de dos ensayos clínicos realizados hasta el momento hablan a favor del beneficio, modesto, de la biotina en algunos de los enfermos tratados. En la actualidad MD1003 se encuentra en fase III de ensayo clínico.

Es importante tener en cuenta que no se ha investigado el posible efecto de una suplementación elevada con estos nutrientes en el tratamiento farmacológico tradicional, de ahí la importancia de consultar cualquier decisión con el médico.

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Dietas EM ¿Funcionan?

Repetimos, vas a encontrar quien te venda dietas EM, pero sobre la esclerosis múltiple alimentación y dieta no hay nada en firme establecido. Dietas extremas pueden hacer peligrar la efectividad del tratamiento y hasta poner en riesgo tu vida. Entre las dietas más conocidas en la comunidad EM están:

Dieta de Swank: creada por el neurólogo estadounidense específicamente como dietoterapia (sí, este término existe) para la esclerosis múltiple. Con ella trató a sus pacientes durante décadas, publicando en el año 1970 un famoso artículo en la revista Archives of Neurology en el que presentaba sus conclusiones.

En esencia, la Dieta de Swank  implica reducir significativamente el consumo de grasas, especialmente las saturadas. Se recomienda no exceder los 15 gramos/día de grasas saturadas y las no saturadas deben mantenerse por debajo de los 20-50 gramos/dia. El primer año de estar llevando la dieta ninguna carne roja está permitida y el pescado puede comerse sin restricciones, también aconseja algunos suplementos multivitamínicos.

En su estudio el Dr. Swank concluye que la dieta reduce los episodios de crisis, que disminuye el riesgo de discapacidad y la tasa de mortalidad ¿El problema? Que el estudio del Dr.Swank no cumplía con los estándares científicos más estrictos y que sus resultados no han podido ser comprobados por otros investigadores. No obstante, la recomendación de mantener una dieta baja en grasas saturadas es particularmente popular entre la comunidad EM.

La dieta Paleo: el paleo viene de paleolítica, porque los defensores de esta dieta plantean que nuestro organismo no ha evolucionado a la misma velocidad que nuestro entorno y que aún, biológicamente, estamos diseñados para comer lo mismo que comían nuestros ancestros recolectores y cazadores.

Desde el enfoque paleo se no se demoniza las grasas saturadas, pero su consumo sí debe ser muy moderado. Se recomienda comer carnes magras, mejor si vienen de animales de caza, verduras de hojas verdes, evitar cereales con alto contenido de gluten y tomar suplementos de omega 3.

Un pequeño estudio encontró que la dita paleo podía reducir significativamente la fatiga en personas con esclerosis múltiple progresiva secundaria. El problema es que la intervención no solo implicaba la realización de la dieta paleo para la EM, sino otras muchas cosas, como deporte, estimulación eléctrica y masajes ¿Fue todo o solo un factor lo que llevó a mejorar los síntomas de fatiga? Eso no se sabe. En esta investigación tampoco existió un grupo control con el que comparar los resultados que se obtuvieron.

Por el momento no existen evidencias para desechar o abrazar ninguna de estas dietas EM. Es un campo que demanda más investigación de la que recibe. Los enfermos sí deben tener presente que su alimentación puede contribuir a un estado de salud general más favorable o, por el contrario, ser dañina. Una conducta más activa con nuestra dieta es la actitud más inteligente.

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Referencias

Bisht, B., Darling, W. G., Grossmann, R. E., Shivapour, T. E., Lutgendorf, S. K., Snetselaar, L. G., … Wahls, T. L. (2014). A Multimodal intervention for patients with secondary progressive multiple sclerosis: Feasibility and effect on fatigue. , 20(5), . Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4011484/?tool=pmcentrez

National Multiple Sclerosis Society. (2006). Diet & nutrition. Recuperado el 29 de febrero de 2017 en National Multiple Sclerosis Society, http://www.nationalmssociety.org/Living-Well-With-MS/Health-Wellness/Diet-Nutrition

Payne, A. (2001). Nutrition and diet in the clinical management of multiple sclerosis. Journal of Human Nutrition and Dietetics14(5), 349–357. doi:10.1046/j.1365-277x.2001.00308.x

Swank, R. L. (1970). Mnultiple sclerosis: Twenty years on low fat diet. Archives of Neurology23(5), 460–474. doi:10.1001/archneur.1970.00480290080009

Redacción TiTi