Depresión y alzhéimer ¿Factor de riesgo, síntoma o consecuencia?


La interrelación depresión y alzhéimer es tan estrecha que algunos consideran que la depresión es un síntoma más del alzhéimer o que su surgimiento a edades avanzadas es un factor de riesgo significativo de padecer un trastorno neurocognitivo mayor.

despair-1235582_640

En TiTi hemos hecho un recorrido por las particularidades de la depresión en algunas enfermedades neurodegenerativas; hablamos de la depresión en la enfermedad de Parkinson y en el Huntington.

También dedicamos un artículo (por cierto, muy popular) dedicado a describir las particularidades de la depresión en los adultos mayores. Ya llegó la hora que abordáramos el tema depresión y alzhéimer ¿no creen?

Diversos estudios han vinculado una y otra vez la depresión a la enfermedad de Alzheimer, aunque la naturaleza de ese vínculo no está nada clara. Se sabe que en el alzhéimer entre un 20% y un 30% de los enfermos llega a padecer depresión.

Algunos estudios han planteado que este trastorno del estado de ánimo eleva el riego de padecer alzhéimer, otros que simplemente es uno de los primeros síntomas de la enfermedad cuando aún las manifestaciones cognitivas no son evidentes.

Mientras, un tercer enfoque plantea que la depresión es la reacción del individuo en las primeras fases de la enfermedad ante la consciencia del deterioro creciente (Holtzer et al., 2005). Siendo una u otra la respuesta (o más de una a la vez) la realidad es que un vínculo existe y sobre ello os hablaremos hoy

También te puede interesar leer: Depresión en el adulto mayor: es una enfermedad, no un estado natural.

Depresión y alzhéimer: particularidades y síntomas fundamentales.

depresión en el adulto mayor

Se ha observado que en el alzhéimer la depresión es más común en las primeras fases de la enfermedad y, más que correlacionar con el deterioro de la memoria y demás funciones cognitivas, parece que la relación es más estrecha con el deterioro funcional.

Es decir, a medida que la persona va perdiendo las habilidades para el desarrollo de una vida autónoma, como las habilidades para cocinar o hacer la compra, la depresión se hace mayor. Sin embargo, al pasar el tiempo la prevalencia de depresión es menor y ya en las etapas muy avanzadas es muy difícil de diagnosticar.

De hecho, distinguir depresión de alzhéimer puede ser difícil debido a síntomas comunes entre ambas condiciones. Por ejemplo:

  • Pérdida de interés en actividades que antes le resultaban placenteras
  • Aislamiento social
  • Problemas de memoria
  • Dormir demasiado o muy poco
  • Alteraciones de la concentración

La depresión puede afectar tanto nuestro funcionamiento mental que es una causa frecuente de demencia reversible, la llamada pseudodemencia.depresión y alzhéimer

También te puede interesar leer: Pseudodemencia depresiva

Entre los síntomas que pueden indicar que una persona con alzhéimer puede estar pasando por una depresión están:

  • Estado de ánimo particularmente deprimido: triste, desesperanzado
  • Pérdida de interés en las relaciones sociales o hobbies
  • Aislamiento social
  • Hipersomnia o insomnio
  • Agitación o letargo
  • Irritabilidad
  • Fatiga, pérdida de energía
  • Sentimientos de desesperanza o culpa sin motivos
  • Pensamientos recurrentes de muerte o fatiga

Hay que señalar que entre las particularidades de la depresión en las personas con enfermedad de Alzheimer está que las ideas suicidas son menos comunes, los síntomas depresivos pueden ser menos severos que en las personas sanas y los episodios depresivos durar menos y aparecer con menor frecuencia.

En las etapas avanzadas, la depresión difícilmente se manifieste bajo sus síntomas clásicos y las conductas disruptivas, la agitación, las alucinaciones o delirios y las conductas autodestructivas pueden ser consideradas síntomas de depresión, aunque ese es un territorio, el de la depresión en las etapas avanzadas del alzhéimer, muy poco explorado.

Depresión y alzhéimer: posibles causas de esta interrelación.

Algunas de las causas que pueden justificar la alta prevalencia de depresión radica en las alteraciones que a nivel cerebral produce la enfermedad, en especial sobre los niveles de unas sustancias cerebrales llamadas neurotransmisores, esenciales para el estado de ánimo.

Por otra parte, resulta evidente que la percepción del propio deterioro que va experimentando el enfermo es una causa importante de trastornos del estado de ánimo.

Tratamiento de la depresión en las personas con alzhéimer.

coprofagia en personas con demencia

En el tratamiento de la depresión podemos hablar de dos enfoques, los farmacológicos y los no farmacológicos. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, varios investigadores han planteado dudas sobre la eficacia de los fármacos, llegando a considerar que las intervenciones no farmacológicas lograban mejores resultados (Brodaty, 2011).Tal vez lo más prudente sea considerar ambas alternativas.

Entre las opciones farmacológicas está el uso de antidepresivos, en especial los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI) como el citalopram. Generalmente el profesional de la salud que atiende al enfermo puede probar un fármaco por un tiempo prudencial y ver sus efectos sobre la persona. Dependiendo de los resultados puede decidir continuar o no con su uso o cambiar a otro fármaco.

Las opciones no farmacológicas son variadas. En las primeras fases del alzhéimer el enfermo puede beneficiarse de la psicoterapia tradicionalmente entendida, pero a medida que el deterioro de las capacidades mentales sigue su curso será menos efectiva.

En etapas más avanzadas la realización de actividades adaptadas a las capacidades de la persona, el contacto frecuente con sus seres queridos, incluso la fisioterapia de mantenimiento pueden ser vías con las que se puede hacer frente a la depresión.

También te puede interesar leer: La enfermedad de Alzheimer explicada para todos.

Referencias

Balestrieri, M. (2000). [Expressions of depression in Alzheimer’s disease. The current scientific debate]. Epidemiologia e psichiatria sociale.9(2), 126–39. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10893846

Brodaty, H. (2011). Antidepressant treatment in Alzheimer’s disease.Lancet (London, England).378(9789), 375–6. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21764117

Ellison, J. M. (2015, October 21). Depression and Alzheimer’s disease. Recuperado el 6 de junio de 2016 de BrightFocus., http://www.brightfocus.org/alzheimers/article/depression-and-alzheimers-disease

Holtzer, R., Scarmeas, N., Wegesin, D. J., Albert, M., Brandt, J., Dubois, B., … Stern, Y. (2005). Depressive symptoms in Alzheimer’s disease: Natural course and temporal relation to function and cognitive status. Journal of the American Geriatrics Society53(12), 2083–2089. doi:10.1111/j.1532-5415.2005.00535.x

Mayo Clinic Staff. (2015, May 28). Alzheimer’s or depression: Could it be both? Alzheimer’s or depression: Could it be both? Recuperado el 6 de junio de 2016  Mayo Clinic, http://www.mayoclinic.org/alzheimers/art-20048362?pg=1

Dunia Chappotin