Demencias ¿reversibles?

demencias reversibles

Cuando nos acercamos al tema de la reversibilidad de algunas demencias, siempre surgen dos interrogantes: ¿realmente podemos hablar de demencias reversibles? Y si es así, ¿qué condiciones pudieran determinar que sean tratables o no? Las ideas que rodean este tema resultan polémicas si tenemos en cuenta cuán confusos son los términos asociados a demencias potencialmente reversibles. Algunos investigadores plantean que existen demencias tratables, no reversibles, porque esta última implicaría volver al funcionamiento intelectual previo al deterioro, algo que muchos dudan de que ocurra. Plantean que el término demencias tratables es más adecuado ya que implica que el origen de la demencia es susceptible de ser tratado.

Polémicas aparte, hoy venimos a hablar de aquellas demencias que tienen una causa que, de ser identificada a tiempo, puede recibir tratamiento y revertir, al menos parcialmente, el deterioro cognitivo. Entonces, ¿qué condiciones serían potencialmente reversibles?

Causas de demencias reversibles.

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Depresión

La depresión es vista como factor de riesgo, como síntoma inicial de una enfermedad neurodegenerativa y como una consecuencia de la misma. Es la causa más frecuente de pseudodemencia, una condición en la que se producen alteraciones cognitivas semejantes a la demencia sin que en verdad exista en el cerebro un daño que justifique los síntomas. Además de la depresión, otras alteraciones psiquiátricas pueden provocar pseudodemencia, por ejemplo: alteraciones neuropsiquiátricas como esquizofrenia de inicio tardío y trastorno bipolar, de ansiedad, por stress postraumático, somatización e incluso de personalidad.

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Fármacos

Los fármacos son fuente habitual de deterioro cognitivo. Entre los más conocidos están las benzodiacepinas, neurolépticos, antiepilépticos, anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos, esteroides y antiparkinsonianos. Por ello se debe consumir siempre la dosis exacta e indicada, teniendo en cuenta los posibles efectos de mezclar un fármaco con otro sobre nuestro metabolismo.

Origen vascular

Infartos o isquemias cerebrales, aunque son de inicio súbito, pueden mostrar mejoría durante un período, pero luego traen consigo un deterioro escalonado. Si prevenimos los factores de riesgo que originan el evento vascular (hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo), se evitarían nuevas lesiones y con ello detener el daño intelectual (Sentíes-Madrid & Estañol-Vidal, 2006).

Alteraciones metabólicas

Especialmente el hipotiroidismo puede producir desorientación, inatención, alteración en la expresión verbal, apatía, lentitud en el procesamiento de información visual y solución de problemas complejos. También la exposición a metales como el arsénico, mercurio, aluminio, litio o plomo, generan un deterioro cognitivo rápido; por lo que no deben confundirse con demencias.

Hidrocefalia de presión normal

La hidrocefalia normotensiva: es más común en la tercera edad, se presenta con síntomas de deterioro cognitivo, alteraciones en la marcha y en el control de esfínteres.

Tumores

Tumores localizados en algunas regiones cerebrales pueden dar origen a cuadros demenciales. En el caso de las neoplasias con un curso lento y crónico como los meningiomas aparecen cambios en la personalidad: apatía, irritabilidad, ansiedad, llanto inmotivado y conductas desinhibidas inapropiadas.

Infecciones

Infecciones como las meningoencefalitis, infecciones de transmisión sexual, en especial el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), pueden ocasionar síndromes demenciales. En el caso del VIH hay una entidad reconocida denominada demencia asociada a infección por VIH.

Deficiencia de vitamina B12

Es una causa muy poco frecuente, se caracteriza por lentitud en el pensamiento, fallas de concentración y memoria, así como alteraciones psiquiátricas (alucinaciones, manía, depresión).

En realidad, algunas de estas condiciones pudieran no ser reversibles si la causa no se identifica a tiempo, incluso, en muchas ocasiones nunca se llega a determinar qué está causando la demencia, sobre todo cuando el cuadro patológico se da en personas mayores en las que simplemente se asume la demencia como algo “natural”, aunque la demencia no tiene nada de natural a ninguna edad.

Es importante prestar atención a la depresión. Cuando nos deprimimos siendo ancianos muchos lo consideran erróneamente como un aspecto natural de esa etapa de la vida; y repetimos, no lo es. Si aprendemos a contemplar los años que pasan de manera positiva, además de mejorar nuestro ánimo estaremos mejorando nuestra cognición.

Si bien las demencias con más prevalencia no son reversibles, por ejemplo, la provocada por la enfermedad de Alzheimer, la mayoría de las condiciones reversibles son fácilmente identificables mediante una historia clínica detallada, con la correspondiente evaluación física y psiquiátrica. Quizás lo más importante sea trabajar en base a prevenir, disminuir o detener el progreso del deterioro cognitivo.

Mi consejo es ejercitar nuestra memoria y realizar actividades, físicas o recreativas, que nos permitan sentirnos siempre útiles.

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Referencias

Custodio, N., Altamirano, J., Bendezú, L., Montesinos, R., Escobar, J., Lira, D., & Torres, H. (2012). ¿Demencias reversibles o demencias tratables? La importancia del diagnóstico precoz. Rev Per Neurol, 12 (1).

Sentíes-Madrid, H., & Estañol-Vidal, B. (2006). Demencias reversibles y demencias tratables. Rev Neurol, 43 (2), 101-112.

Glenda Fraga
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