La compañía biotecnológica Grifols recibe 100 millones de euros de financiación del Banco Europeo de Inversiones para continuar, entre otras, con sus investigaciones sobre el uso de las proteínas plasmáticas para tratar la enfermedad de Alzheimer.
El pasado 28 de octubre la compañía bitecnológica Grifols, con sede en Barcelona, España, firmó un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones que le permitirá ingresar a su cuenta 100 millones de euros para financiar sus investigaciones en el campo de las proteínas plasmáticas; que incluyen aplicaciones en el tratamiento del alzhéimer, las enfermedades vasculares, la cirugía cardiovascular y la trombólisis arterial.
Grifols es una de las compañías líderes en la producción de medicamentos biológicos derivados del plasma y en obtención de plasma. El plasma es la parte líquida de la sangre humana. Una gran parte del plasma, el 90%, está compuesto de agua. El 7% restante se compone de proteínas esenciales y anticuerpos que ayudan a mantener las funciones vitales de nuestro organismo.
El déficit de alguna de estas proteínas, como la albúmina o las inmunoglobulinas, es la causa de diversas enfermedades. La compañía lleva 10 años investigando en el campo del alzhéimer, fundamentalmente a través de Araclon Biotech, otra empresa de su propiedad. En marzo de este año anunció que adquiría el 45% de Alkahest , una compañía norteamericana fundada en 2014 por un grupo de científicos como una spin-off de la Universidad de Stanford (EE.UU.) que investiga cómo algunos factores de la sangre de animales jóvenes son capaces de restablecer las capacidades mentales/cognitivas de animales viejos.
Recambio plasmático y vacunas para tratar y prevenir el Alzheimer.
En el área de tratamiento y prevención de la enfermedad de Alzheimer la compañía está dando pasos sólidos. Actualmente, una de sus líneas de investigación se centra en la terapia combinada de extracción de plasma y su reposición con albúmina, la proteína más abundante en el plasma, cuya función fundamental es transportar sustancias por el torrente sanguíneo, incluyendo elementos tóxicos para el organismo. Este método parte de la idea de que la patología de la enfermedad de Alzheimer está relacionada con la presencia de las llamadas placas seniles y ovillos neurofibrilares en las zonas del cerebro implicadas en la memoria. Dichas placas se componen principalmente del péptido beta-amiloide (Aβ) y una gran parte del péptido Aβ que circula por la sangre está unido a la albúmina.
El ensayo clínico denominado AMBAR que actualmente se está ejecutando, parte de la hipótesis de que extrayendo el plasma con el péptido beta amiloide(Aβ) unido a la albúmina mediante el procedimiento conocido como recambio plasmático y sustituyéndolo por Albúmina Grifols, se conseguiría un aclaramiento del péptido Aβ desde el cerebro hacia el plasma que conduciría a una mejora de las funciones cognitivas del paciente. (Fuente: Web oficial de la compañía). La compañía pretende presentar los resultados intermedios de este ensayo clínico, que se está desarrollando en 21 hospitales españoles y 22 de Estados Unidos, a finales de este 2015.
Orientado a la prevención de la enfermedad Araclon está trabajando a más largo plazo en la creación de una vacuna que permita combatir el alzhéimer en estadios preclínico mediante la inmunización contra el péptido beta amiloide. El ensayo clínico de la vacuna se encuentra en fase I, que evalúa principalmente la tolerabilidad y seguridad , que no la efectividad y los primeros pacientes ya han sido seleccionados según informaban en un comunicado de prensa el pasado año.
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Diagnosticar el alzhéimer determinando la cantidad en sangre de sustancia beta amiloide.
Araclon Biotech, ha desarrollado un test de diagnóstico temprano , el «ABtest», de la enfermedad de Alzheimer disponible ya en el ámbito de la investigación clínica.
El ABTest permite la detección y cuantificación de la cantidad total de diferentes péptidos beta-amiloides (Aβ), el Aβ40 y el Aβ42 considerados como biomarcadores para el diagnóstico preclínico de la enfermedad. La compañía dice tener evidencias de que existe una relación entre niveles sanguíneos de péptidos beta-amiloide y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. En la actualidad se sigue investigando la validez de estos kits diagnósticos en estudios que incluyen a 400 personas.
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