La joven norteamerica de origen taiwanés Shao Yao diseñó Eatwell, una vajilla para enfermos de Alzhéimer. Tiene más de 20 características pensadas específicamente para personas con enfermedades neurodegenerativas.
No todas las noticias sobre Alzhéimer están relacionadas con neuronas, sustancias químicas impronunciables y fármacos prometedores. En un acto tan cotidiano como comer puede haber mucha ciencia. Seguramente si habéis ayudado a alimentar a una persona con Alzhéimer u otro tipo de enfermedades neurodegenerativas sabéis cuán difícil puede llegar a ser.
Eso mismo constató la diseñadora Shao Yao cuando su abuela enfermó de Alzhéimer. El resultado de esa experiencia es Eatwell, un juego de vajilla específicamente diseñado para personas con Alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
A primera vista lo que parece un colorido juego de plástico tiene años de investigación científica básica y aplicada detrás. Comenzando por los colores brillantes en rojo, amarillo y azul. Una investigación de la Universidad de Boston concluyó que las personas con deterioro cognitivo consumen 24% más de comida y 84% más de líquidos cuando son servidos en recipientes de colores brillantes. Estos colores hacen que la persona pueda distinguir mejor los alimentos. Yao eligió el azul para el fondo del plato y el cuenco debido a que no existen alimentos de ese color.
Los bordes inferiores de cuenco y plato son curvos facilitando recoger la comida y evitando que se derrame, además se inclinan hacia un lado creando el efecto que normalmente se logra inclinando el plato con la mano.
El mango de la cuchara es ergonómico y facilita el agarre. Tiene una curvatura en su extremo inferior que coincide plenamente con el borde del cuenco.
El asa de una taza está diseñada para evitar que se vuelque y pensada también para los usuarios con artitris. Incluso el juego viene con una bandeja que en el extremo inferior tiene dos aperturas por la que se sujeta una servilleta.
Cada pieza del set viene fabricado con un material antideslizante en el fondo para evitar que se desplace accidentalmente.
El proyecto de esta joven residente en San Francisco y de origen taiwanés no deja de cosechar éxitos. Fue ganadora del concurso Longevity´s Design Challenge 2014 del Stanford Center y recaudó fácilmente los fondos necesarios para lanzar su proyecto, más de 80 000 dólares, en la plataforma Indiegogo. En la actualidad se espera la salida inminente al mercado de los productos. Yao se muestra muy satisfecha con la acogida que ha tenido su idea:
La respuesta y la retroalimentación que hemos estado recibiendo de los primeros en probarlo, los cuidadores y los especialistas en el cuidado de los mayores y las comunidades de mayores han sido abrumadoras y universalmente positivas.
Eso sucede cuando el ingenio humano se pone al servicio de las necesidades reales de millones de personas ¿No creéis?
Nota: todas las imágenes fueron tomadas del sitio www.eatwellset.com
