La salud cerebral puede estar influenciada por muchos factores, la actividad física es uno de ellos. Una reciente investigación indica que el ejercicio cardiovascular influye en el rendimiento cognitivo.
Mucho hemos hablado de la creciente concepción del deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer como fenómenos multifactoriales. Ante la falta de una respuesta concluyente sobre el origen de ambos, especialistas e instituciones de prestigio se van plegando a la evidencia de que más de una variable interviene y que muchas, como la nutrición y la actividad física, pueden ser modificables.
Se ha demostrado la eficacia de algunas dietas para disminuir el riesgo, como la Meditarránea y la recién diseñada MIND. Ahora un estudio publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise ofrece indicios sobre el efecto del ejercicio cardiovascular sobre las funciones cognitivas en personas de mediana edad.
Con ese objetivo investigadores de la Universidad de Texas en Austin, EE.UU, tomaron una muestra de 59 adultos con edades comprendidas entre los 43 y los 65 años; 32 de los participantes practicaban deportes de resistencia (como running, el correr de toda la vida) y 27 eran personas sedentarias.
El grupo de los entrenados hacía ejercicio aeróbico moderado o intenso como mínimo cuatro días o siete horas a la semana. El grupo de los sedentarios hacían menos de una hora a la semana de deporte.
Para medir las diferentes variables de interés los investigadores hicieron pruebas de esfuerzo gradual para medir la capacidad cardiovascular, ultrasonido para medir la velocidad del flujo sanguíneo y pruebas cognitivas para valorar memoria y atención.
¿El resultado? Las personas del grupo activo mostraron un mejor desempeño en las pruebas relacionadas con la memoria y el rendimiento cognitivo en general.
También, como es de suponer, el funcionamiento cardiovascular es mejor, con un mayor flujo sanguíneo hacia el cerebro, en comparación con las personas sedentarias.
El estudio concluye que el ejercicio aeróbico habitual mejora la salud cardiovascular; un efecto que puede traducirse en un mejor rendimiento cognitivo.
Los resultados de este estudio sugieren que los corredores de mediana edad no solo tienen mejor funcionamiento y salud cardiovascular sino que también han mejorado su desempeño cognitivo particularmente en aquellos dominios vinculados con el deterioro cognitivo relacionado con la edad y la discapacidad” expresó la Dra. Martha Pyron y una de las autoras del estudio citada por el portal Runners World».
Nuevas evidencias que se suman a la ya existente que nos dicen cómo una vida activa es una vida saludable.
