La falta de sueño se correlaciona con una mayor concentración de sustancia beta-amiloide y a problemas de memoria.

Causas de la enfermedad de Alzheimer

Desde titi hemos dado noticias de investigaciones que vinculan la apnea del sueño con el deterioro cognitivo y hay estudios que establecen la relación entre la privación de sueño y la acumulación de sustancia beta-amiloide.

Nuevos elementos vienen a confirmar esta relación. Científicos de la Universidad de California en Berkeley,EE.UU,  han obtenido evidencias sólidas de que una mala calidad del sueño, en especial un déficit del sueño profundo y reparador que es tan necesario, es una vía a través de la cual la proteína beta-amiloide ataca a la memoria a largo plazo del cerebro.

“Nuestros descubrimientos revelan una nueva vía mediante la cual la enfermedad de Alzheimer puede causar deterioro de la memoria más adelante” expresó el neurocientífico Matthew Walker, uno de los autores del estudio que se publicó el pasado día 1 de junio en la revista Nature Neuroscience(Fuente:Neuro Sciencenews)

El estudio ha sido dirigido por dos expertos en enfermedad de Alzheimer, Bryce Mander y William Jagust. Reciben financiación del Instituto Nacional de Salud de EE.UU con el fin de realizar un estudio longitudinal que permita probar su hipótesis de que las alteraciones del sueño  son un síntoma temprano de la Enfermedad de Alzheimer.

Durante el estudio los científicos usaron técnicas de neuroimagen y otras herramientas diagnósticas en 26 adultos, entre 65 y 81 años que no mostraban signos de demencia u otras enfermedades neurodegenerativas. En primer lugar se les realizó una Tomografía por Emisión de Positrones(PET por sus siglas en inglés) tecnología que permite observar la acumulación de beta-amiloide en el cerebro. A continuación se les dio a memorizar 120 pares de palabras y después se evaluó cuántas recordaban.

Los participantes entonces durmieron durante ocho horas con un encefalograma mediendo sus ondas cerebrales. A la mañana siguiente se les escaneó el cerebro mientras recordaban los pares de palabras del día anterior usando una Resonancia Magnética Funcional.

De manera general los resultados muestran que los participantes en el estudio con mayores niveles de beta-amiloide en la corteza frontal medial tenían la peor calidad del sueño y realizaron peor las tareas de memoria a la mañana siguiente, algunos olvidando más de la mita de lo memorizado el día anterior.

“A más beta-amiloide en ciertas partes del cerebro menos sueño profundo se tiene y como consecuencia una peor memoria. Además, cuanto menos profundo sea el sueño, menos eficiente es la limpieza de esta mala proteína. Es un círculo vicioso ” dijo Walker.

El vínculo está claro, pero queda una gran interrogante ¿Cuál de los dos factores, acumulación de beta amiloide o mala calidad del sueño, desencadena el proceso patológico? ¿La beta-amiloide provoca pérdida del sueño o este último es el que hace que se acumule la primera? Estas son las interrogantes a las que los investigadores intentarán dar respuesta durante los próximos 5 años.

Las buenas noticias, continúa diciendo Walker, son que el mal dormir es potencialmente tratable y se puede  mejorar a través de ejercicio, terapia conductual e incluso estimulación eléctrica para amplificar las ondas del cerebro durante el sueño; una técnica que ha sido probada con éxito en adultos jóvenes para mejorar su memoria durante la noche. “Este descubrimiento da esperanzas. El sueño podría ser una nueva diana terapéutica para luchar contra el deterioro de la memoria en los adultos mayores e incluso en aquellos con demencia”.

Redacción TiTi